
La historia comienza ubicando al lector en una aldea, Betania, donde viven dos hermanas, Marta y María. El núcleo familiar constituido por María, Marta y Lázaro, era visitado por Jesús con frecuencia. Toda vez que visitaba Betania, se detenía en la casa de ellos, ya que les unían grandes lazos de amistad. El autor del libro recuerda a los lectores que María en una ocasión anterior había derramado un perfume muy costoso sobre el Señor y lavado sus pies con sus cabellos. Esta mención es un ejemplo de que toda acción positiva que hacemos, cada día, está siempre presente en la mente de Dios. Nuestro Padre celestial no se olvida del bien que hacemos y a su tiempo cosecharemos el fruto de nuestras acciones, sea en este siglo o en el venidero.
Lázaro enferma y las hermanas envían un mensajero al Señor para notificarle de la enfermedad de su hermano, en especial, porque saben que él ama mucho a Lázaro. En este pasaje la palabra griega corresponde al amor filial, al amor que existe entre los miembros de una familia. En otras palabras le estaban diciendo, Lázaro, al que amas como a un hermano, ha enfermado y se ve muy mal.
Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. (versos 4-6)
Cuando los mensajeros traen la noticia a Jesús, él inmediatamente les indica que esta situación difícil que atraviesa Lázaro no es para muerte. Es una situación donde Jesús mostrará que es el Hijo de Dios y a través de ello dará gloria a su Padre. El autor vuelve a indicar que Jesús amaba a todos los miembros de esta pequeña familia. No importa cuan pequeños seamos, Jesús nos ama. El Señor no se puso ansioso, no se desesperó ni angustió. Al contrario, confiado en que tenía control sobre la situación, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. ¿Qué desilusión para los mensajeros? Posiblemente, ellos esperaban que Jesús saliera corriendo para la casa de Lázaro, sin embargo, decidió quedarse dos días más donde estaba. Son muchas las instancias donde lo que esperamos que Dios haga no es lo que él entiende que debe hacer; puesto que no es lo mejor. Hay situaciones que nos producen mucha tristeza y quizás angustia, sin embargo son para la gloria de Dios. Tenemos que aprender a confiar en que Dios tiene cuidado de nosotros y que a su debido tiempo intervendrá y proveerá para resolver la situación difícil en la que nos encontremos.
Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. (versos 11-15).
Pasados los dos días, Jesús decide ir a la casa de Lázaro. En este momento ya Lázaro ha muerto y Jesús dice a los apóstoles que va a despertarlo. En este contexto Jesús no se refiere al sueño sino a la muerte física; donde el alma se separa del cuerpo físico. Jesús dice a los apóstoles que se alegra por ellos, de no haber estado cuando Lázaro convalecía. ¿En que sentido se alegra por ellos? Si hubiese estado allí, lo habría sanado y Lázaro no habría muerto. Este milagro de sanidad no les habría impactado mucho puesto que sería uno más de los que ya había realizado. Sin embargo, levantarlo de su tumba, cuatro días después de muerto, haría un huella inolvidable en la vida de los que presenciaron el evento y en especial en la vida de los discípulos. ¿Quién es este que ni aún la muerte lo puede detener? La resurrección de Lázaro sería un evento que solidificaría la fe de los apóstoles; evento que apuntaría hacia la realidad de que Jesús es el Hijo de Dios.
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. (versos 17-22)
La casa estaba llena de gente puesto que todos amaban mucho a esta familia. Marta sale al encuentro del Maestro y le dice “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Posiblemente, algunas personas pensaron que había llegado muy tarde. El cuerpo de Lázaro había iniciado su proceso de descomposición. Pero, ¿llegó tarde el Señor? La respuesta es simple y sencilla, no. Él estuvo y estaba con la familia en todo el proceso de la enfermedad y muerte de Lázaro. Por esta razón, cuando le fueron a dar la noticia, el dijo, “No es de muerte sino para la gloria de Dios”. ¿Cuántas veces hemos llegado a pensar que no está? Sin embargo, nos está guiando paso a paso. Marta reconoce que si Jesús hubiese estado presente físicamente, Lázaro no habría muerto. Luego declara con toda seguridad “pero aún así estoy convencida de que todo lo que le pidas a Dios te será concedido”. Que convicción profunda tiene esta mujer.
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. (versos 23-27)
En Juan 5:29, el apóstol indica que hay dos resurrecciones; “los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida (primera resurrección); mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación (segunda resurrección)”. La primera resurrección comienza en el rapto de la iglesia y termina al final de la gran tribulación. La segunda resurrección ocurre al final del milenio, donde los que no creyeron a la verdad, serán separados de Dios por toda la eternidad. Jesús dice a Marta, no me refiero a la primera resurrección, me refiero a que “Yo soy la vida” y por tanto, él resucitará ahora, porque así lo deseo. Ningún ser humano ha dicho cosa semejante, sólo el Hijo de Dios tiene autoridad para hacerlo. Varios escritores, entre ellos C.S. Lewis, han señalado que para hacer declaraciones como la anterior, y de hecho hizo muchas de este tipo; Jesús tenía que ser el Hijo de Dios, de lo contrario, sería un mentiroso, un manipulador y por consiguiente un mal maestro. Sin embargo, su nacimiento sobrenatural, su ejecutoria perfecta durante sus 33 años de vida y su resurrección de entre los muertos indica que él es en verdad el Hijo de Dios. Luego el Señor hace una promesa para nosotros “todo el que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” Esta es la promesa de vida eterna que Dios nos ha hecho. Jesús le pregunta ¿lo crees? Y ella le contesta, sí tú eres el Hijo de Dios.
Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. (versos 30-36)
Marta avisa a María, y ésta fue a ver al Maestro que todavía no había entrado a la aldea. Y cuando llegó a donde estaba se arrodilló llorando y dijo “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Ambas, Marta y María estaban convencidas de que si Jesús hubiese estado con ellos, Lázaro no habría muerto. Esta familia estaba convencida de que Jesús sanaba a los enfermos, no importa cuán compleja fuera la enfermedad. Cuando Jesús vio llorando a María, junto a los judíos que vinieron con ella, que también lloraban, se conmovió profundamente en el espíritu, se entristeció y lloró. Las lágrimas de Jesús fueron reconocidas como fruto del amor que tenía por la familia y por Lázaro. El Maestro ama a sus discípulos y se entristece cuando los ve sufrir como en esta ocasión.
Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. (versos 37-46)
La gente decía ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera? Claro que sí, esa fue la posición que sostuvieron Marta y María. Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió. Esta declaración se puede interpretar como que en el momento de la verdad, Marta tuvo duda. Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Jesús no la trata con reproches, por el contrario, le recuerda lo que ya le había dicho, si crees en mí verás la gloria de Dios. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Jesús no tenía que decir nada, sólo tenía que ordenar; Lázaro ven fuera. Sin embargo, conociendo la debilidad de los presentes, habló al Padre para recordarles que fue él quién lo envió y por consiguiente, siempre lo escucha y apoya.
Jesús siempre llega en el momento adecuado para edificar y aumentar la fe, no de unos cuántos, sino la de muchos. “Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.”

El miércoles, 10 de septiembre de 2025, alrededor de las 12:10–12:20 p.m. (hora de Utah), el activista conservador Charlie Kirk —CEO y cofundador de Turning Point USA— fue alcanzado por un disparo en el cuello durante un evento en el Utah Valley University, en Orem, Utah. El atacante disparó desde un edificio ubicado aproximadamente a 200 yardas del escenario donde Kirk estaba hablando. El tiroteo ocurrió mientras respondía una pregunta en una sesión de preguntas y respuestas. Kirk fue trasladado de inmediato al hospital y se encuentra en condición crítica. La violencia del hecho fue condenada por líderes de ambos partidos políticos. El expresidente Donald Trump pidió oraciones a través de Truth Social, mientras que legisladores republicanos y demócratas expresaron solidaridad y rechazo a la violencia política. Charlie Kirk es una figura prominente del conservadurismo juvenil, influenciador clave en movimientos como el Tea Party y la política pro-Trump. Su rol como líder organizacional de Turning Point USA lo convierte en un personaje destacado del activismo político en EE.UU.

Apple cautivó al mundo durante su esperado evento “Awe-Dropping” el 9 de septiembre de 2025, donde presentó la familia completa del iPhone 17. La gran estrella fue el iPhone Air, considerado el modelo más delgado jamás creado, con apenas 5.6 mm de grosor, un diseño en titanio de grado aeroespacial y una pantalla Super Retina XDR de 6.5 pulgadas con tecnología ProMotion de 120 Hz. Este dispositivo incorpora el potente chip A19 Pro, el nuevo N1 para conectividad avanzada con Wi-Fi 7, Bluetooth 6 y Thread, además del C1X, un módem 5G ultrarrápido que promete duplicar el rendimiento de su antecesor. Junto a él, se anunciaron los modelos iPhone 17, iPhone 17 Pro y iPhone 17 Pro Max, todos con notables mejoras en fotografía, especialmente en condiciones de baja luz, mayor autonomía y la transición definitiva a eSIM en varios mercados. Con precios que inician en 999 dólares, los nuevos equipos estarán disponibles en preventa el 12 de septiembre y llegarán a tiendas el 19 de septiembre, marcando un nuevo capítulo en la historia de la compañía y reafirmando su apuesta por integrar más tecnología propia en sus dispositivos.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). “Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia...” ¿Sabías que la mano de Dios es más grande que la nuestra? Déjame que te cuente una historia: un día, un niño se paseaba entre los pasillos de una tienda de bombones. Estaba tan ensimismado y sonriente, que el vendedor le dijo: “¡Hey, me has caído bien! Quiero regalarte un puñado de caramelos, todos lo que puedan caber en tu mano”. El niño, muy contento, respondió: “¡Muchas gracias! Pero preferiría que usted los escogiese por mí, por favor”. Intrigado, el vendedor le preguntó al niño por qué no quería coger los bombones él mismo. El niño contestó: “¡Porque su mano es mucho más grande que la mía!”. Te invito a que reflexiones en esto a lo largo de este día: tu mano es muy pequeña, comparada con la del Señor. De hecho, Su mano es suficientemente grande como para: protegerte (mira Salmo 34:7). bendecirte (mira Génesis 12:2). consolarte (mira 2 Corintios 1:3-4). levantarte (mira Salmo 3:3). y frenar al enemigo (mira 2 Samuel 22:49). Quiero terminar esta serie de mensajes, por tanto, con esta invitación: Ten confianza en Dios, querido(a) amigo(a), Su mano poderosa y victoriosa está sobre tu vida. ¡Declara esta protección y abundancia divinas sobre ti! Son tuyas por medio de la fe, gracias al precio que pagó Jesús en la cruz. ¡Que el Señor te bendiga! Gracias por existir, Éric Célérier ¡Felicidades! Has completado este plan de lectura. Espero que haya sido de bendición en tu vida, y que tengas cada vez más claro que en Él tienes victoria en cada área de tu vida. Estos textos han sido extraídos de Un Milagro Cada Día

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). “Siempre te ayudaré...” Uno de mis versículos preferidos está sacado del Salmo 121:1, que dice: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?” Querido(a) amigo(a), ¿sabes por qué este pasaje habla de “alzar” los ojos a los montes? Cuando los peregrinos iban a Jerusalén para celebrar las fiestas, recitaban Salmos y cantaban cánticos mientras iban de camino. A medida que iban subiendo hacia Jerusalén y se acercaban al templo de Dios, su esperanza y su alegría aumentaba. Sabían que algo especial iba a pasar entre ellos y el Señor. ¡Sabían que sus pecados iban a ser cubiertos! Tú también, ¡espera en el Señor, querido(a) amigo(a)! Él quiere bendecirte y ayudarte en medio de tu situación. Aquí tienes una promesa para ti: “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti” (Isaías 54:10). En la medida en la que atraviesas las montañas y las vas dejando atrás, recuerda que: Dios cumplirá todo lo que Él promete. Su amor no se alejará jamás de ti. Él te da Su paz para siempre. ¡Sí, Dios cumplirá todo lo que ha prometido en tu vida! Cuando estés de camino hacia esa montaña, hacia el templo de Dios, ¡canta tú también las alabanzas del Señor! Recuerda cuán bueno ha sido y es para ti, y todas las cosas que ha hecho en tu vida. Ten por seguro que Él siempre será bueno para contigo. ¡Tu socorro solo viene de Él! Gracias por existir, Éric Célérier

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). “Que te esfuerzo…” ¿Cómo te sientes cuando hay promesas de Dios que parece que no terminan de llegar nunca sobre tu vida? O incluso peor, cuando todo lo que te ocurre parece ser exactamente lo opuesto de lo que Dios te ha prometido... Eso es lo que vivió José. Según los sueños que Dios le había dado, iba a levantarse por encima de sus hermanos, y, sin embargo, su realidad no podía ser peor: vendido por sus hermanos, era esclavo de los egipcios y había sido puesto injustamente en la cárcel. Sin embargo, ¡fue justamente en esas circunstancias tan adversas en las que Dios terminó de forjar el carácter de José, para que luego pudiese convertirse en el máximo gobernante de Egipto después de faraón! ¡Tu prisión puede convertirse en la puerta por medio de la cual Dios te ayudará a alcanzar tu destino! La debilidad de una persona es una oportunidad para que Dios pueda mostrar Su fuerza en medio de esa situación. Nuestras debilidades son la puerta a través de la cual Su poder puede ser manifestado. Este es un punto sobre el cual reflexiono en varias ocasiones en “Conexiones Divinas”, mi primer libro. Nuestros límites son a menudo una oportunidad para que el Señor pueda mostrar Su grandeza. Sí, la fuerza de Dios se revela mayormente en nuestras debilidades, como la llama de una vela, que es mucho más visible cuando se encuentra en medio de la oscuridad. Es cuando somos débiles que Dios nos hace fuertes, que Él nos da la fuerza. ¿Cómo y con qué herramientas? Aquí tienes algunas: Su Palabra escrita y revelada (mira Juan 1:1-4). Su Espíritu y su entusiasmo (mira 2 Timoteo 1:7). Los dones del Espíritu (mira 1 Corintios 12:11). El modelo de Jesús (mira Filipenses 2:5). ¡Querido(a) amigo(a), el Señor promete fortalecerte, y lo hará! Él va a manifestarse en medio de tus debilidades, pero no te olvides de que tienes que hacer tu parte, y utilizar los medios que Dios te ha dado para fortalecerte! Gracias por existir, Éric Célérier

Tu Padre celestial te alienta hoy, diciendo: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). “Porque yo soy tu Dios...” Dios es infinitamente grande. Sin embargo, se hizo hombre para acudir a nuestro encuentro. Él es nuestro Dios: Todopoderoso, Eterno, Creador… Los cielos de los cielos no pueden contenerlo, y, sin embargo, este Dios inmenso se hizo hombre. En la persona de Jesús, sanó enfermos, dio aliento a los quebrantados de corazón, y estuvo ahí para los que no tenían a nadie. Hoy, Dios se acerca a ti para decirte esto: “Soy tu Dios. No solo soy Dios, sino que soy TU Dios. Escucha, hijo(a) mío(a): soy tu Dios. No tienes nada que temer. Yo soy tu Fortaleza. Vengo en tu ayuda. Si yo estoy contigo, ¿quién contra ti…? Yo soy el Creador, y puedo proveer para todas tus necesidades, absolutamente para todas. Yo soy el Eterno, y tus tiempos están en Mi mano: haré todas las cosas bellas en tu vida en el tiempo adecuado. Yo soy Amor, y derramo de Mi amor sobre tu vida, así como derramé Mi vida en la cruz en amor por ti. Yo soy el Buen Pastor. Cuido de ti, y si te pierdes, estoy dispuesto a dejar al resto del rebaño para ir a buscarte a ti. Yo soy el Todopoderoso, y vierto mi fuerza en tu vida. Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y soy igualmente tu Dios. Estaré contigo como lo estuve con ellos, pues no cambio. Yo soy el mismo ayer, hoy y eternamente” (Mira Lucas 15:1-7, Juan 10:9-11, Hechos 7:32). Querido(a) amigo(a), recibe la fuerza, la vida y la paz del Señor en este día. Él es tu Dios, y no ha cambiado. Aún hoy está a tu lado, y te concede la victoria sobre todo lo que te quiere oprimir. Gracias por existir, Éric Célérier

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). “No desmayes…” Está en nuestra naturaleza humana el a veces inquietarnos y venirnos abajo. Un día, Jesús dijo a Marta: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas...” (Lucas 10:41). Somos muy a menudo como Marta: nos afanamos y nos inquietamos por muchas cosas, a veces hasta desmayar. Nos metemos presión por hacer cincuenta mil cosas, y, en nuestra agitada carrera, nos olvidamos de lo más importante: que Jesús está ahí, en casa con nosotros, a nuestro lado. En este pasaje, Marta no tiene más que una idea en su cabeza: ser una perfecta ama de casa para su huésped. Lo que Marta olvida es que el verdadero “amo de casa”, el único capaz de responder perfectamente a sus necesidades, ¡es el huésped mismo! ¿Qué relación tiene esto contigo y conmigo hoy, querido(a) amigo(a)? Es inútil enfocarnos en nuestros problemas, en todas aquellas cosas que nos estresan, ya que eso nos lleva a desmayar. Jesús es Aquel que hace milagros, que sana a los enfermos, que libera a los cautivos y que restaura a los que tienen el corazón roto. ¡Él quiere que te centres en Él! Si estás haciendo frente a una situación imposible, me gustaría darte dos consejos: No te apures, y No intentes resolver esa situación por ti mismo(a) Sea cuál sea tu problema, preséntaselo a Jesús. ¡Él lo puede todo! ¿Por qué no dejar al huésped de tu vida convertirse en el dueño tu existencia? Tienes todo que ganar: una nueva vida que descansa en la confianza en Dios, un corazón abierto que cree en todo lo que Dios puede hacer a través de ti, u una vida en la cual no tendrás más que afanarte por aquello que no puedes controlar. Jesús nos dice así: “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” y “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. (Mateo 6: 27 y 34). La inquietud no tendrá más control sobre tu vida, ¡al contrario! ¿Para qué inquietarte? Haz tu parte (lo posible) y deja a Dios la suya (lo imposible). Gracias por existir, Éric Célérier

Este 3 de septiembre de 2025, durante la transmisión del noticiero Telediario Mediodía Canal 6 Monterrey, la icónica periodista María Julia Lafuente compartió un emotivo mensaje con su audiencia: ha decidido tomarse un descanso y poner una pausa por tiempo indefinido en su carrera profesional. Conocida cariñosamente como “la Licenciada”, María Julia recordó que el pasado 1 de junio celebró sus 48 años ininterrumpidos en Grupo Multimedios, empresa a la que se refirió como su verdadero hogar. Durante su mensaje, explicó con honestidad: “No hay una manera sencilla de hacer esto, así que elegiré el camino más simple para hacerlo, el de hablar con la verdad como siempre lo he hecho... Quiero compartirles y comunicarles que he decidido tomarme un descanso y ponerme en pausa por tiempo indefinido” Su última emisión como titular de Telediario Mediodía será el viernes 28 de noviembre de 2025, hasta entonces seguirá informando con la misma pasión, energía y compromiso que la han caracterizado durante casi cinco década Ya comio compañero!!!

A partir del 1 de septiembre de 2025, entrará en vigor en Texas la nueva ley SB11, una de las medidas más comentadas de la última sesión legislativa, que abre la puerta a que las escuelas públicas y los distritos escolares ofrezcan un periodo diario de oración o lectura de textos religiosos durante el horario escolar. La participación en estas actividades será completamente voluntaria, pero solo podrá realizarse con el consentimiento previo y firmado de los padres o tutores en el caso de los estudiantes, o de los propios trabajadores en el caso de los empleados. El documento de consentimiento, además, incluirá una renuncia expresa a cualquier reclamo legal relacionado con la implementación de esta política, lo que significa que los distritos y las escuelas estarán protegidos contra demandas por parte de quienes acepten participar. La ley también establece lineamientos específicos: las oraciones o lecturas no podrán transmitirse por altavoces, no deberán reemplazar el tiempo de clases y se debe garantizar que aquellos que decidan no participar no estén dentro del alcance auditivo ni físico de la actividad. Otro de los puntos clave de la SB11 es que cada consejo escolar deberá someter a votación, dentro de los primeros seis meses posteriores a la entrada en vigor, si adopta o no esta política, lo que convierte a cada distrito en responsable de evaluar su conveniencia y viabilidad. El Fiscal General de Texas, por su parte, tendrá la obligación de proveer un modelo de formulario de consentimiento, asesorar en la aplicación de la ley y defender legalmente a las instituciones educativas que enfrenten demandas o retos judiciales, asumiendo incluso los costos legales desde el propio Estado. La llegada de esta medida ha generado opiniones divididas en la sociedad texana. Por un lado, quienes apoyan la ley la ven como un reconocimiento y protección de la libertad religiosa de las familias, ya que se ofrece un espacio formal para quienes desean practicar su fe sin que se imponga a quienes no lo deseen. Por otro lado, organizaciones civiles y grupos defensores de derechos advierten que la ley podría desdibujar la separación entre Iglesia y Estado, además de generar presión social sobre estudiantes y empleados que decidan no participar en las actividades. Con esta iniciativa, Texas se suma a una tendencia reciente en la que se promueve una mayor presencia de símbolos y prácticas religiosas en el ámbito escolar, un tema que seguirá en el centro del debate público a medida que los distritos comiencen a decidir si adoptan o no la política.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10) “Porque yo estoy contigo...” ¿Alguna vez has levantado los ojos al cielo y has dicho: “Señor, dónde estabas…”? ¿... cuando me descubrieron esta enfermedad? ¿... cuando mi familia me daba la espalda? ¿... cuando me encontraba solo(a)? ¿... cuando mis finanzas flaqueaban? ¿... cuando (pon aquí lo que te haya ocurrido)? Creo que Dios no teme que le preguntemos con un corazón sincero y dispuesto a recibir una respuesta. Creo igualmente que en Su Palabra encontramos todas las respuestas y recursos necesarios para hacer frente a nuestros interrogantes. De lo que estoy totalmente seguro, y lo he podido experimentar varias veces en mi vida, es que en los momentos más dolorosos, Dios está conmigo. Sí, querido(a) amigo(a), Dios está CONTIGO. ¡Él pelea por ti! Puedes leer en Romanos 8:31-34, “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros” Dios dice a menudo en su Palabra “estoy contigo”, como un recordatorio constante. Dios nos reconforta incansablemente y con un amor siempre auténtico. Querido(a) amigo(a), la tempestad puede levantarse, el viento soplar, ¡pero nunca estarás solo(a) para hacerles frente! Cada una de tus necesidades es conocida por Tu Creador. ¡Eres más que vencedor(a), porque El Señor, el Eterno, mora a tu lado! Que la Palabra de Dios te fortalezca y te ayude a entender más acerca de Su amor incomparable. ¡Sé bendecido(a) más allá de lo que puedas imaginar! Gracias por existir, Eric Célérier