La historia comienza ubicando al lector en una aldea, Betania, donde viven dos hermanas, Marta y María. El núcleo familiar constituido por María, Marta y Lázaro, era visitado por Jesús con frecuencia. Toda vez que visitaba Betania, se detenía en la casa de ellos, ya que les unían grandes lazos de amistad. El autor del libro recuerda a los lectores que María en una ocasión anterior había derramado un perfume muy costoso sobre el Señor y lavado sus pies con sus cabellos. Esta mención es un ejemplo de que toda acción positiva que hacemos, cada día, está siempre presente en la mente de Dios. Nuestro Padre celestial no se olvida del bien que hacemos y a su tiempo cosecharemos el fruto de nuestras acciones, sea en este siglo o en el venidero.

Lázaro enferma y las hermanas envían un mensajero al Señor para notificarle de la enfermedad de su hermano, en especial, porque saben que él ama mucho a Lázaro. En este pasaje la palabra griega corresponde al amor filial, al amor que existe entre los miembros de una familia. En otras palabras le estaban diciendo, Lázaro, al que amas como a un hermano, ha enfermado y se ve muy mal.

Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. (versos 4-6)

Cuando los mensajeros traen la noticia a Jesús, él inmediatamente les indica que esta situación difícil que atraviesa Lázaro no es para muerte. Es una situación donde Jesús mostrará que es el Hijo de Dios y a través de ello dará gloria a su Padre. El autor vuelve a indicar que Jesús amaba a todos los miembros de esta pequeña familia. No importa cuan pequeños seamos, Jesús nos ama. El Señor no se puso ansioso, no se desesperó ni angustió. Al contrario, confiado en que tenía control sobre la situación, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. ¿Qué desilusión para los mensajeros? Posiblemente, ellos esperaban que Jesús saliera corriendo para la casa de Lázaro, sin embargo, decidió quedarse dos días más donde estaba. Son muchas las instancias donde lo que esperamos que Dios haga no es lo que él entiende que debe hacer; puesto que no es lo mejor. Hay situaciones que nos producen mucha tristeza y quizás angustia, sin embargo son para la gloria de Dios. Tenemos que aprender a confiar en que Dios tiene cuidado de nosotros y que a su debido tiempo intervendrá y proveerá para resolver la situación difícil en la que nos encontremos.

Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. (versos 11-15).

Pasados los dos días, Jesús decide ir a la casa de Lázaro. En este momento ya Lázaro ha muerto y Jesús dice a los apóstoles que va a despertarlo. En este contexto Jesús no se refiere al sueño sino a la muerte física; donde el alma se separa del cuerpo físico. Jesús dice a los apóstoles que se alegra por ellos, de no haber estado cuando Lázaro convalecía. ¿En que sentido se alegra por ellos? Si hubiese estado allí, lo habría sanado y Lázaro no habría muerto. Este milagro de sanidad no les habría impactado mucho puesto que sería uno más de los que ya había realizado. Sin embargo, levantarlo de su tumba, cuatro días después de muerto, haría un huella inolvidable en la vida de los que presenciaron el evento y en especial en la vida de los discípulos. ¿Quién es este que ni aún la muerte lo puede detener? La resurrección de Lázaro sería un evento que solidificaría la fe de los apóstoles; evento que apuntaría hacia la realidad de que Jesús es el Hijo de Dios.

Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. (versos 17-22)

La casa estaba llena de gente puesto que todos amaban mucho a esta familia. Marta sale al encuentro del Maestro y le dice “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Posiblemente, algunas personas pensaron que había llegado muy tarde. El cuerpo de Lázaro había iniciado su proceso de descomposición. Pero, ¿llegó tarde el Señor? La respuesta es simple y sencilla, no. Él estuvo y estaba con la familia en todo el proceso de la enfermedad y muerte de Lázaro. Por esta razón, cuando le fueron a dar la noticia, el dijo, “No es de muerte sino para la gloria de Dios”. ¿Cuántas veces hemos llegado a pensar que no está? Sin embargo, nos está guiando paso a paso. Marta reconoce que si Jesús hubiese estado presente físicamente, Lázaro no habría muerto. Luego declara con toda seguridad “pero aún así estoy convencida de que todo lo que le pidas a Dios te será concedido”. Que convicción profunda tiene esta mujer.

Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. (versos 23-27)

En Juan 5:29, el apóstol indica que hay dos resurrecciones; “los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida (primera resurrección); mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación (segunda resurrección)”. La primera resurrección comienza en el rapto de la iglesia y termina al final de la gran tribulación. La segunda resurrección ocurre al final del milenio, donde los que no creyeron a la verdad, serán separados de Dios por toda la eternidad. Jesús dice a Marta, no me refiero a la primera resurrección, me refiero a que “Yo soy la vida” y por tanto, él resucitará ahora, porque así lo deseo. Ningún ser humano ha dicho cosa semejante, sólo el Hijo de Dios tiene autoridad para hacerlo. Varios escritores, entre ellos C.S. Lewis, han señalado que para hacer declaraciones como la anterior, y de hecho hizo muchas de este tipo; Jesús tenía que ser el Hijo de Dios, de lo contrario, sería un mentiroso, un manipulador y por consiguiente un mal maestro. Sin embargo, su nacimiento sobrenatural, su ejecutoria perfecta durante sus 33 años de vida y su resurrección de entre los muertos indica que él es en verdad el Hijo de Dios. Luego el Señor hace una promesa para nosotros “todo el que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” Esta es la promesa de vida eterna que Dios nos ha hecho. Jesús le pregunta ¿lo crees? Y ella le contesta, sí tú eres el Hijo de Dios.

Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. (versos 30-36)

Marta avisa a María, y ésta fue a ver al Maestro que todavía no había entrado a la aldea. Y cuando llegó a donde estaba se arrodilló llorando y dijo “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Ambas, Marta y María estaban convencidas de que si Jesús hubiese estado con ellos, Lázaro no habría muerto. Esta familia estaba convencida de que Jesús sanaba a los enfermos, no importa cuán compleja fuera la enfermedad. Cuando Jesús vio llorando a María, junto a los judíos que vinieron con ella, que también lloraban, se conmovió profundamente en el espíritu, se entristeció y lloró. Las lágrimas de Jesús fueron reconocidas como fruto del amor que tenía por la familia y por Lázaro. El Maestro ama a sus discípulos y se entristece cuando los ve sufrir como en esta ocasión.

Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. (versos 37-46)

La gente decía ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera? Claro que sí, esa fue la posición que sostuvieron Marta y María. Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió. Esta declaración se puede interpretar como que en el momento de la verdad, Marta tuvo duda. Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Jesús no la trata con reproches, por el contrario, le recuerda lo que ya le había dicho, si crees en mí verás la gloria de Dios. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Jesús no tenía que decir nada, sólo tenía que ordenar; Lázaro ven fuera. Sin embargo, conociendo la debilidad de los presentes, habló al Padre para recordarles que fue él quién lo envió y por consiguiente, siempre lo escucha y apoya.

Jesús siempre llega en el momento adecuado para edificar y aumentar la fe, no de unos cuántos, sino la de muchos. “Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.”
30 de julio de 2025
Un terremoto de magnitud 8.8 se registró este martes en la región de Kamchatka, al oriente de Rusia, generando una serie de alertas de tsunami en diversos países del Pacífico. El epicentro del movimiento telúrico se ubicó en el mar de Bering, a una profundidad aproximada de 600 kilómetros, según datos preliminares del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El fenómeno sísmico ocurrió a las 11:24 a. m. hora local y fue percibido de forma intensa en ciudades como Petropávlovsk-Kamchatsky, Severo-Kurilsk y otras zonas cercanas, donde se reportaron evacuaciones, cortes de energía eléctrica y daños menores en infraestructura. Según autoridades locales, el sismo tuvo una duración cercana a los dos minutos. Tras el evento, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico emitió advertencias para varias regiones costeras, incluyendo Japón, Hawái, Filipinas, Nueva Zelanda, Alaska, la costa oeste de Estados Unidos, México y Chile. En algunos sectores de la península de Kamchatka se registraron olas de hasta cinco metros de altura, mientras que en otros países, el impacto fue menor. Hasta el momento, no se reportan víctimas mortales. Las autoridades rusas han confirmado algunos heridos leves y daños materiales limitados. Equipos de emergencia permanecen en alerta, realizando inspecciones de seguridad y monitoreando la posibilidad de réplicas. El sismo ha sido catalogado como uno de los más potentes registrados en los últimos 50 años, comparable en magnitud con los eventos ocurridos en Chile (2010) y Japón (2011). Las autoridades internacionales recomiendan a la población mantenerse informada a través de canales oficiales y evitar zonas costeras mientras se descarta por completo el riesgo de tsunamis o nuevos movimientos secundarios.
30 de julio de 2025
¿Alguna vez le has pedido a Dios que te confirme si algo es Su voluntad por medio de una señal? Una de las cosas más características de la historia de Gedeón es precisamente el número de veces que necesitó la confirmación de Dios por medio de señales antes de dar finalmente el paso para liberar al pueblo de Israel de los madianitas y amalecitas. Primero, le pidió al ángel que esperase hasta que le preparase una ofrenda. Luego, puso un vellón de lana en la era y le pidió a Dios que, en la mañana, la era estuviera seca y el vellón mojado. Después, le pidió de nuevo esa misma señal pero a la inversa: que todo el campo estuviese mojado con el rocío de la mañana, pero el vellón completamente seco. Y, por si esas señales no fuesen suficientes, Dios confirmó varias veces a Gedeón Su plan, de esa forma lo animaba a ver cómo se encontraba el ánimo del ejército enemigo, y que en efecto iba a liberar al pueblo de Israel por medio de él. Podríamos pensar que el hecho de pedirle señales a Dios es algo que deberíamos hacer a menudo, para estar bien seguros de que caminamos en Su voluntad. Sin embargo, hemos sido llamados a caminar por fe, y no por vista (2 Corintios 5:7). De hecho, son varias las veces en la Biblia en las que vemos que el hecho de pedir señales es molesto a Dios, como cuando el ángel Gabriel le dijo al padre de Juan el Bautista que quedaría mudo por no haber creído su palabra (Lucas 1:20). Es increíble cómo Dios obra en la vida de cada uno de nosotros según nuestra necesidad, y de acuerdo a Su plan para nosotros. En el caso de Gedeón, Dios conocía los complejos e inseguridades que tenía, y es por eso que desde el principio le reafirmó en su identidad. De hecho, Él conocía cómo Gedeón no quería de ninguna manera dar un paso en falso que supusiera la destrucción del ejército de Israel, y por eso le confirmó de todas las maneras posibles, hasta que obtuvo la victoria. Querido/a amigo/a, ¡da hoy pasos valientes de fe! Y si notas que no lo tienes realmente claro, o que no tienes paz, pídele al Señor que te hable al corazón y que te confirme más cuál es Su voluntad para tu vida. ¡Él es tu Buen Pastor, y quiere guiarte en cada paso del camino! ¡Eres un Milagro! Christian Misch
29 de julio de 2025
Gedeón había decidido obedecer a Dios, aun a riesgo de perder su vida, y Dios dio sabiduría a su padre para que intercediera por él, y que así saliese ileso de esa situación. Sin embargo, el hecho de derribar esos altares produjo una reacción en las tinieblas, y los madianitas, amalecitas y pueblos de oriente se juntaron a una y acamparon en el valle de Jezreel, con la idea de destruir la ciudad. Las cosas se habían complicado. Esa acción de Gedeón, que hizo en obediencia a Dios, dio lugar a una reacción en cadena de acontecimientos que podían tener consecuencias devastadoras, y no parecía haber una solución clara. Es en ese momento que la Biblia dice que "entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él. Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles..." (Jueces 6:34–35). Fíjate en la sucesión de elementos descrita en este pasaje: El Espíritu de Dios vino sobre Gedeón. Le inspiró a tocar el cuerno. Cuando lo hizo, los abiezeritas se unieron a él para la batalla Finalmente, recibió la sabiduría de mandar mensajeros para reunir a un ejército. El Espíritu de Dios es el que obró de manera milagrosa, y le mostró lo que tenía que hacer para obtener la victoria. Querido/a amigo/a, cuando derribas "altares" en tu vida, el enemigo puede que trate de intimidarte, pero ¡no tengas miedo! El Espíritu de Dios tiene siempre la solución, y si te dejas guiar por Él, te mostrará qué hacer y cómo hacerlo para salir ileso, y obtener al final la victoria. En este día, busca a Dios para que te muestre qué "altares" tienes aún que derribar en tu vida, y si ves oposición a ello, ¡alégrate! Dios, con la guía de Su Espíritu Santo, está a punto de darte una gran victoria ;D ¡Eres un Milagro! Christian Misch
28 de julio de 2025
¿Alguna vez has hecho algo que sentías que Dios te llamaba a hacer, y te has sentido inadecuado mientras lo hacías, fuera de tu zona de confort...? Dios dio una orden a Gedeón, diciéndole que tenía que derribar el altar de Baal y la imagen de Asera que había en la casa de su padre, y hacer un sacrificio a Dios con la madera de ese ídolo. La Biblia dice que "entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche" (Jueces 6:27) Seguramente Gedeón hubiese podido hacer esto él solo. Sin embargo, no estaba muy seguro de cómo hacerlo, y por eso pidió a 10 siervos de su padre para que le acompañaran en esa misión. Y además, como tenía miedo de ser visto, decidió al final hacerlo por la noche. Si tuviésemos que evaluar esta misión, seguramente podríamos decir que no fue la más "glamurosa" de Gedeón. Era la primera, y como consecuencia de ello Gedeón no se sentía muy preparado. Tenía miedo, y no tenía demasiada claridad de los pasos a dar, ni demasiada seguridad como para llevarla a cabo en el momento, ni suficiente confianza como para hacerla él solo. De hecho, muy seguramente que Gedeón, como cualquier principiante, cometió errores durante la misión, de los cuales luego se arrepentiría al repasar mentalmente lo que acababa de hacer. ¡Todo esto es lo contrario de lo que haría un héroe típico de las películas de Hollywood! Sin embargo, esta misión fue un éxito rotundo por un motivo: porque Gedeón venció sus miedos, y la llevó a cabo de la mejor manera que pudo. Todos, cuando Dios nos llama a hacer cosas que no hemos hecho antes, nos sentimos nerviosos, inadecuados, fuera de nuestra zona de confort... pero cuando aun así vamos y obedecemos a Dios, eso es lo que marca la diferencia. Querido/a amigo/a, Dios no busca perfección, sino que busca obediencia. ¡La perfección, de hecho, viene poco a poco como consecuencia de la práctica y de la obediencia! Si notas que Dios te está llamando a hacer algo, no tengas miedo de fallar. ¡Solo hazlo, y deja que Dios te enseñe y te perfeccione en el camino! Solo fallarás si al final decides no hacerlo. Tu obediencia es la clave para que Dios haga cosas preciosas, tanto en tu vida, como en la vida de los demás. ¡Eres un Milagro! Christian Misch
26 de julio de 2025
Como te comenté ayer, Gedeón fue escogido por Dios para liberar a Su pueblo. De hecho, el Ángel del Señor se presentó delante de Gedeón, y lo primero que le dijo fue: "Jehová está contigo, varón esforzado y valiente" (Jueces 6:12). Esto ocurrió mientras Gedeón estaba preparando el trigo a escondidas de los madianitas. En ese momento, Gedeón no se podía imaginar que él, uno de los más insignificantes individuos de Israel, pudiese ser la persona que Dios dirigiese para liberar a Su pueblo. Sin embargo, Dios veía algo diferente en Gedeón. Algo que nadie había visto en su entorno, y de lo que ni siquiera Gedeón mismo era consciente. De hecho, la siguiente cosa que el Ángel le dijo fue: "Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?" (Jueces 6:14). ¡Dios veía que el corazón y la pasión de Gedeón eran tan fuertes que, sin duda, era la persona perfecta para liberar al pueblo de Israel! Dios le estaba enviando, y, de hecho, Gedeón no solo liberó al pueblo de Israel, sino que fue unos de los jueces por más de 40 años, en los cuales la tierra tuvo paz. Querido/a amigo/a, Dios te conoce a la perfección, ¡mucho mejor que tú mismo! Él ve todo lo que ha puesto en ti, y lo que eres capaz de hacer en Él. No te fijes en ti, ni en tus limitaciones. ¡Dios es más grande que todo eso! A veces pensamos que es una señal de humildad el decir lo pobres y débiles que somos por nosotros mismos, pero en realidad es una señal de orgullo. Dios nunca nos ha llamado a centrarnos en nuestra pequeñez, sino al contrario, ¡nos llama a ver su grandeza, y a movernos por fe en Él! Lo único que Dios está buscando son personas con un corazón dispuesto a hacer lo que sea que Él les diga. ¿Serás tú una de ellas? ¡Yo quiero serlo! ¡Eres un Milagro! Christian Misch
25 de julio de 2025
La historia de Gedeón siempre me ha parecido muy inspiradora. Gedeón fue uno de los jueces de Israel después de que el pueblo entrara en la tierra prometida, y antes de que hubiese reyes en Israel. Su llamamiento, de hecho, fue muy particular. El pueblo de Israel, que se había apartado de los caminos que Dios les había mandado, estaba en gran dolor y sufrimiento, debido a sus vecinos, los madianitas y los amalecitas. En medio de su dolor dice la Biblia que "los hijos de Israel clamaron a Jehová" (Jueces 6:7). Y Dios no pudo contener sus deseos de ayudarles. Es por eso que les mandó un profeta y, luego buscó a alguien que tuviese un corazón alineado a Su voluntad, para poder liberar a Su pueblo. La persona a quién Dios llamó fue Gedeón, el más pequeño de la casa de su padre. ¡Estaba tan sorprendido de que Dios le llamase a llevar a cabo una misión de tales características! De hecho, no pensaba que era el indicado para ello, pero ¡Sí, sí lo estaba! Querido/a amigo/a, Dios siempre usa a personas para traer liberación y bendición, ¡y Él quiere usarte a ti también! A lo largo de esta semana, vamos a analizar la vida de Gedeón, y vamos a ver una serie de claves que aparecen en las Escrituras en relación con su historia que estoy convencido de que serán especialmente inspiradoras para ti. ¿Estás listo? ¡Eres un Milagro! Christian Misch
24 de julio de 2025
El mundo de la lucha libre llora la partida de Terry “Hulk Hogan” Bollea, quien falleció a los 71 años en su hogar en Clearwater, Florida, a causa de un paro cardíaco. Hogan no solo fue un ícono de la WWE, con 12 campeonatos mundiales y momentos legendarios en WrestleMania, sino también una figura clave en la cultura pop, gracias a sus apariciones en películas como Rocky III, Gremlins 2 y su reality Hogan Knows Best. En los últimos años, compartió públicamente su fe. Contó que aceptó a Cristo como su Salvador a los 14 años y en diciembre de 2023 fue bautizado en una iglesia bautista en Florida. Su vida espiritual se convirtió en una fuente de fortaleza y transformación.
24 de julio de 2025
Hoy terminamos este pequeño devocional con la pregunta más importante que Jesús nos hace: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Jesús estaba llegando al final de su ministerio y su muerte en la cruz estaba cerca. Había sido rechazado por los religiosos y aunque la gente común le escuchaban con interés y apertura, no entendían realmente quién era. Para ellos era un hacedor de milagros, un gran maestro y les llamaba mucho la atención sus enseñanzas, pero no más. En medio de una oposición que aumentaba por días y rodeado de personas a las que caía bien, pero no lo entendían, Jesús salió de Israel y llevó a sus discípulos a Cesarea, un área de gentiles. Lo que ocurrió allí cambiaría el curso de la historia. Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista;y otros, Elías;pero otros, Jeremías o uno de los profetas.15 Él les dijo*: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.Mateo 16:13-16 Jesús sabía que pronto lo colgarían de una cruz, y necesitaba urgentemente consolidar a sus seguidores con la seguridad de su divinidad. Primero les hizo una pregunta genérica sobre la opinión de las masas: ¿Quién dice que soy? Le respondió: "Algunos piensan que eres uno de los profetas" y mencionaron algunos. Pero después cambia la pregunta a lo personal: "¿Y vosotros? ¿Quién soy para vosotros?". La respuesta de Pedro fue clara e inmediata: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Está diciendo: "Sé quien eres, eres el Mesías, que viene para salvarnos y eres el Hijo del Dios Eterno". Es la primera vez que se pronunciaron esas palabras. Su confesión fue una confesión de fe y en esas palabras está todo lo que se necesita para la salvación. Jesús nos pregunta lo mismo hoy: "¿Quién dice que soy?". Tu respuesta puede ser que es un buen maestro, un gran ejemplo o gran hombre de la historia, pero hasta que Él no sea para ti, el Cristo, el Hijo del Dios vivo, no le has conocido y no sabes la respuesta a la pregunta mas importante de tu vida. Pero lo puedes saber. Jesús te llama hoy.
23 de julio de 2025
El 22 de julio de 2025 falleció a los 76 años rodeado de su familia, tras una valiente lucha contra el Parkinson y otras enfermedades. Aunque su vida fue pública y, en ocasiones, polémica, pocos conocen que Ozzy fue criado bajo la fe cristiana y se declaró anglicano, participando en cultos dominicales y orando antes de sus presentaciones Quizás el mundo lo conoció por su imagen rebelde y su música icónica con Black Sabbath, pero en privado Dios ocupaba un lugar central en su corazón. En una entrevista confesó: “Soy miembro de la Iglesia de Inglaterra y hablo con Dios en oración siempre antes de cada actuación”. Esa conexión espiritual lo acompañó hasta sus últimos días. Esta faceta poco conocida de Ozzy nos recuerda que la gracia de Dios puede tocar cualquier corazón. No importa cuán lejos pueda parecer una persona del camino de la fe, el Señor sigue llamando, aún en medio de la fama, los errores, las luchas internas o la oscuridad. Su vida no fue perfecta —como ninguna lo es—, pero su historia nos invita a reflexionar: ¿quiénes somos nosotros para juzgar el corazón de una persona cuando solo Dios conoce lo más profundo del alma? 🙏 Hoy oramos por su alma, por su familia, y por todos aquellos que siguen creyendo que no hay corazón que Cristo no pueda redimir.
23 de julio de 2025
Jesús no hablaba por hablar. Cuando preguntaba algo era porque quería escuchar la respuesta de la boca del que escuchaba la pregunta. La respuesta revelaba lo que estaba en su corazón. Un día, Jesús pasó al lado de un estanque rodeado de enfermos que esperaban ser sanados, Él hizo una pregunta que casi parecíaque se burlaba de un hombre tirado allí. Juan lo cuenta así: Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Juan 5:5-7 Cristo preguntó, "¿quieres ser sano?" Aunque la respuesta podría haber sido un SÍ rotundo gritado de voz en cuello, no fue así. Respondió con explicaciones del porqué todavía no había recibido sanidad, era porque no tenía a nadie que le metiera en el estanque en el momento que podría ocurrir un milagro. Me pregunto porqué seguía allí sentado si no tenía a nadie. Seguramente Jesús sabía que no estaría allí día tras día, al lado de un estanque donde ocurrían milagros si no tuviera un poquito de esperanza de que un día algo bueno iba a pasar. Aunque no tenía a nadie, quizá un día tendría a alguien, lo que no sabía es que ese ALGUIEN fue Jesús. Cuando Jesús llega a nuestras vidas, llega para sanar lo paralizado por pecado, temor y complejos para que podamos levantarnos y andar con la cabeza en alto. El paralítico dijo, "no tengo quién.." Así estamos nosotros mucha veces. No tenemos quién nos sane, nos ayude, nos consuele. Nos sentamos al lado del estanque de la resignación y luego llega Jesús y nos pregunta. "¿Quieres ser sano?"o "¿Quieres ser libre?"¡Claro que queremos! Entonces Jesús dice: "levántate, recoge tu cama y anda!" Y nosotros con la ayuda del Espíritu Santo, nos ponemos de pie, podemos dejar nuestra cama de las circunstancias y tristeza y empezar a andar en fe.
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